El Madrid se despide de la Euroliga tras caer ante Olympiacos en el cuarto encuentro
Tristeza. Decepción. Amargura. Impotencia... El Real Madrid cayó derrotado injustamente ante Olympiacos en el cuarto partido de la serie diciendo así adiós a una competición que deja un regusto amargo entre los madridistas. Porque si algo se merecía este equipo y esta afición era llegar al menos a un quinto partido en Grecia. El 3-1 en la eliminatoria no refleja la igualdad sobre el parqué, sobre todo en este encuentro, en el que el Madrid cayó luchando hasta el último suspiro. Bourousis y Erceg, sin embargo, privaron a los blancos de una batalla final, de una última oportunidad de luchar por una plaza en la Final Four. El Madrid se despide así de su sueño europeo, pero lo hace como los grandes, con honor, con la tranquilidad que da saber que uno lo ha dado todo por este escudo.
El Real Madrid se enfrentaba este jueves a un nuevo match-ball ante Olympiacos en el cuarto partido de la eliminatoria de cuartos de final de la Euroliga. Después de salvar su primera reválida el martes en Vistalegre, los blancos volvían al coso de carabanchel dispuestos a vencer nuevamente a los rojos y forzar así un quinto encuentro en Grecia. La expectación era máxima ya antes de que diera comienzo el choque, cuando se conocía la baja de Nikola Vujcic en las filas de Olympiacos. El croata se paseaba en chándal y con la mirada perdida durante la rueda de calentamiento de su equipo, confirmando así la buena noticia para el Madrid. Su puesto en los de Giannakis lo ocupó un viejo conocido para la afición, Michalis Pelekanos.
ARRANQUE IGUALADO
La ausencia de Vujcic, sin embargo, no dejaba el camino despejado para los blancos, que se jugaban el ser o no ser en Europa ante una de las mejores plantillas de Europa. El haberse enfrentado hasta en tres ocasiones en los últimos siete días dejaba poco margen para las sorpresas, y así, Joan Plaza decidió apostar por su vieja guardia –Raül López, Bullock, Mumbrú, Hervelle y Felipe Reyes- para dar comienzo el choque. Esta vez, Olympiacos no se dejó sorprender por la salida de los madridistas. Los helenos se habían aprendido la lección y su nivel defensivo en estos primeros minutos fue bastante alto, lo que provocó un primer cuarto muy igualado (10-9, min. 5). El Real Madrid parecía estar más acertado en los triples que en el anterior encuentro, al contrario que en los lanzamientos de dos, con un bajo porcentaje. Felipe Reyes, bien atado por Bourousis, solo alcanzo a meter una canasta de seis intentos, un pobre bagaje para el tercer máximo anotador de la Euroliga en estos playoffs. Childress y Halperin, por su parte, sí encontraron la forma de ver aro para Olympiacos, que ganaba de cuatro cuando la bocina daba por terminado el primer acto.
El Real Madrid remontó el resultado con Van den Spiegel y Winston en pista, dos jugadores que ayudaron bastante en la recuperación del balón. Ambos dieron otro aire a los blancos, que presionaron a su rival forzando algunos errores que dieron pie a rápidos contraataques. En uno de estos, Massey recibía un balón largo y machacaba para dar l a vuelta al marcador (26-24), mientras que en la jugada posterior, Van den Spiegel aumentaba la ventaja y obligaba a Giannakis a pedir un tiempo muerto. Pero esto no frenó el buen momento de los madridistas, que continuaron arañando puntos hasta conseguir la máxima con un tiro libre de Bullock (41-31, +10). El norteamericano, así como Felipe, mejoraron en este segundo cuarto, que finalizó 41-33 para los blancos.
PARTIDO ABIERTO HASTA EL FINAL
El partido se niveló tras el descanso. Olympiacos forzó la máquina y Bourousis se encargó de ajustar el electrónico para los griegos (45-43). El partido entraba en una dinámica peligrosa y el Madrid debía calmar los ánimos para no verse perjudicado. Papaloukas y Printezis aparecieron también en los rojos para desgracia de los locales, que veían como su rival se quedaba a uno en el min. 28 (49-48). Una canasta de Reyes y dos tiros libres convertidos por Massey, no obstante, colocaban de nuevo a los blancos cinco arriba. El tiempo parecía no correr y Vistalegre se preparaba para un final de infarto.
Comenzó mal el último cuarto para el Real Madrid, que vio como Olympiacos remontaba el resultado por medio de Bourousis y Greer, que con su segundo triple de la noche ponía el 59-60 en el luminoso. Pero los de Plaza no se iban a dar por vencidos tan fácilmente. Luchar hasta morir, habían dicho los jugadores en la previa. De esta forma, los blancos se dejaron la piel sobre la pista. Y en la grada, el público hacía lo propio. Con esa mezcla, el Madrid se vino arriba con Bullock como héroe –tres tiros libres y un lanzamiento de tres para el 65-60-. Aún así, la escuadra de Plaza no lograba irse lo suficiente como para sentenciar. Al contrario, Olympiacos apretó y un parcial de 6-0 les devolvió la vida (65-66) a falta de cuatro minutos, con Felipe Reyes teniendo que abandonar la pista con cinco faltas personales. De nuevo Bullock tranquilizó a los blancos con un triple (70-68), pero entonces apareció Zoran Erceg, quien con dos tiros libres y un lanzamiento desde el 6,25 parecía sentenciar para los rojos. Pese a ellos, nadie se movió de Vistalegre. Al Madrid le quedaba el último cartucho con cinco segundos por disputarse (75-78). Un triple podía llevar a los blancos a la prórroga, pero una falta de Vasilopoulos no señalada por los árbitros daba al traste con las esperanzas.
realmadrid.com
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