Los blancos cayeron ante Cajasol (109-116) en un vibrante encuentro resuelto en la prórroga
No pudo ser. El Real Madrid puso todo de su parte para llevarse un partido en el que la emoción se erigió en protagonista. Los blancos lo intentaron hasta la extenuación llegando incluso a igualar el choque (99-99) al final del último cuarto cuando parecía imposible la remontada. La prórroga no fue alidada de los locales y finalmente la victoria cayó del lado visitante (109-116), pese a la gran actuación de Llull.
El Real Madrid no estaba dispuesto a verse sorprendido en Vistalegre por un Cajasol que contaba por derrotas todos sus partidos disputados en ACB. Por ello Joan Plaza daba entrada en pista a un quinteto en el que nada se dejaba a la improvisación: Sánchez, Bullock, Mumbrú, Massey y Reyes –toda una garantía-. Buena prueba de la sabiduría del técnico local fue el fulgurante comienzo de los blancos. Basándose en una tan espectacular como efectiva defensa y en un impecable acierto anotador, el Real Madrid desquició a los pupilos de Manel Comas. Una circunstancia que obligó a solicitar su primer tiempo muerto al técnico visitante (14-5). Surtió efecto el discurso de Comas a sus hombres. El Cajasol encaró el partido con otro aire. Rivero surtía de balones a sus hombres altos y Pecile empezaba a acertar desde la línea de tres. Los blancos se encontraban con un partido diametralmente opuesto al que habían vivido inicialmente. La defensa local ya no resultaba tan efectiva –Cajasol sólo había anotado 10 puntos en 6 minutos- y el intercambio de canastas era una constante. Plaza buscaba soluciones en su banquillo, por lo que dio entrada a Hamilton y López- ambos debutaron en ACB-. El Real Madrid pasaba a jugar con dos bases y la estrategia trazada por el técnico local dejó a los blancos al final del primer acto con una mínima ventaja (21-19). La igualdad fue tónica habitualEl comienzo del segundo cuarto fue un calco del que se vio tras el salto inicial. El Real Madrid defendía de forma agresiva y sus contraataques resultaban letales para los intereses visitantes. Llull cogía el mando de la ‘nave blanca’, como mejor homenaje al retirado Bennett, obligando a Comas a pedir su segundo tiempo muerto del partido (29-24). Cajasol volvió a despertar de la mano de un inspirado Pecile igualando el choque gracias a un triple de Miso (34-34). Los blancos no encontraban el camino del aro y los visitantes ‘pasito a pasito’ adecuaban el partido a sus intereses- un triple de Ellis les ponía por delante a falta de tres minutos para llegar al descanso-. Plaza llamó a orden a los suyos y en el tiempo muerto puso las bases para que los blancos se fueran al descanso por delante (49-47). El acierto local de cara al aro y la inestimable ayuda de Ellis- perdió los nervios y le indicaron una técnica- ayudó en gran medida a que se produjera esta circunstancia. El descanso no cambió el guión del encuentro. Las canastas eran constantes por uno y otro bando. Pecile seguía haciendo de las suyas; Carter se adueñaba de la pintura y Reyes se veía impotente por momentos. Cajasol dominaba el encuentro- ganaba (73-74) al final del tercer acto- y el partido se encaminaba hacia un último cuarto de infarto. Inspiración visitante; Llull pletóricoTodo parecía ir en contra de los blancos. Cajasol acertaba en sus decisiones ofensivas y el Real Madrid no encontraba el camino para dañar la cada vez más elevada motivación visitante. Hasta que apareció la figura de Sergio Llull. El joven base revolucionó el juego local siendo el principal referente del juego ofensivo blanco. Presionaba la salida rival, asistía a sus compañeros, anotaba desde la línea de tres e incluso taponaba los lanzamientos visitantes como si del mejor pívot se tratase. La figura de Llull crecía al mismo ritmo que menguaba la intensidad visitante y sus compañeros lo agradecían con una defensa asfixiante. Vistalegre empezaba a rugir. El público congregado al evento era consciente de la importancia de su aliento y Felipe Reyes igualaba el choque (88-88) en una jugada en la que dejaba buena muestra de sus principales virtudes: tesón, sacrificio y una entrega desmedida. Bullock no quería ser menos y desde la línea de 6.25 puso por delante a los suyos (93-90). Pero dos controvertidas decisiones de los colegiados -sendas faltas en ataque a Mumbrú y Felipe- unidas al acierto de Miso pusieron de nuevo la incertidumbre (95-96) al marcador. Medio minuto para la gloria, el resultado en contra y el balón en poder de los locales. El aro se interpuso en la pizarra diseñada por Plaza en el tiempo muerto y los blancos se vieron obligados a forzar una personal que Ellis se encargó de hacer efectiva (95-98). De Miguel no dejó tiempo a que Llull se levantase de tres en la jugada posterior y su consiguiente personal sólo pudo ser aprovechada por el base en su segundo intento (96-98). Fue precisamente en ese segundo tiro libre del base nacido en Menorca cuando el propio De Miguel hizo falta a Reyes en la lucha por el rebote. El capitán podía igualar el choque, pero sólo acertó en su segunda oportunidad (97-98). El encuentro ganaba en emoción y Ellis se encaminaba de nuevo a la línea de personal, aunque en esta ocasión, no pudo acertar en su primer intento (97-99). Bullock se encargó de llevar el partido a la prórroga (99-99) desde la línea de personal y Vistalegre se preparaba para vivir un encuentro de mucha tensión. El acierto de Bullock no fue suficiente en la prórrogaLa emoción siguió muy presente en el tiempo suplementario. Pero cuando los nervios afloran y la tensión impera en la cancha, un nombre sale a relucir por encima de todos: Louis Bullock. El americano anotó dos triples en menos de un minuto siendo el principal referente atacante de un Real Madrid que, finalmente, cayó presa del entusiasmo visitante por estrenar su casillero de victorias.
FICHA TÉCNICA
El Real Madrid no estaba dispuesto a verse sorprendido en Vistalegre por un Cajasol que contaba por derrotas todos sus partidos disputados en ACB. Por ello Joan Plaza daba entrada en pista a un quinteto en el que nada se dejaba a la improvisación: Sánchez, Bullock, Mumbrú, Massey y Reyes –toda una garantía-. Buena prueba de la sabiduría del técnico local fue el fulgurante comienzo de los blancos. Basándose en una tan espectacular como efectiva defensa y en un impecable acierto anotador, el Real Madrid desquició a los pupilos de Manel Comas. Una circunstancia que obligó a solicitar su primer tiempo muerto al técnico visitante (14-5). Surtió efecto el discurso de Comas a sus hombres. El Cajasol encaró el partido con otro aire. Rivero surtía de balones a sus hombres altos y Pecile empezaba a acertar desde la línea de tres. Los blancos se encontraban con un partido diametralmente opuesto al que habían vivido inicialmente. La defensa local ya no resultaba tan efectiva –Cajasol sólo había anotado 10 puntos en 6 minutos- y el intercambio de canastas era una constante. Plaza buscaba soluciones en su banquillo, por lo que dio entrada a Hamilton y López- ambos debutaron en ACB-. El Real Madrid pasaba a jugar con dos bases y la estrategia trazada por el técnico local dejó a los blancos al final del primer acto con una mínima ventaja (21-19). La igualdad fue tónica habitualEl comienzo del segundo cuarto fue un calco del que se vio tras el salto inicial. El Real Madrid defendía de forma agresiva y sus contraataques resultaban letales para los intereses visitantes. Llull cogía el mando de la ‘nave blanca’, como mejor homenaje al retirado Bennett, obligando a Comas a pedir su segundo tiempo muerto del partido (29-24). Cajasol volvió a despertar de la mano de un inspirado Pecile igualando el choque gracias a un triple de Miso (34-34). Los blancos no encontraban el camino del aro y los visitantes ‘pasito a pasito’ adecuaban el partido a sus intereses- un triple de Ellis les ponía por delante a falta de tres minutos para llegar al descanso-. Plaza llamó a orden a los suyos y en el tiempo muerto puso las bases para que los blancos se fueran al descanso por delante (49-47). El acierto local de cara al aro y la inestimable ayuda de Ellis- perdió los nervios y le indicaron una técnica- ayudó en gran medida a que se produjera esta circunstancia. El descanso no cambió el guión del encuentro. Las canastas eran constantes por uno y otro bando. Pecile seguía haciendo de las suyas; Carter se adueñaba de la pintura y Reyes se veía impotente por momentos. Cajasol dominaba el encuentro- ganaba (73-74) al final del tercer acto- y el partido se encaminaba hacia un último cuarto de infarto. Inspiración visitante; Llull pletóricoTodo parecía ir en contra de los blancos. Cajasol acertaba en sus decisiones ofensivas y el Real Madrid no encontraba el camino para dañar la cada vez más elevada motivación visitante. Hasta que apareció la figura de Sergio Llull. El joven base revolucionó el juego local siendo el principal referente del juego ofensivo blanco. Presionaba la salida rival, asistía a sus compañeros, anotaba desde la línea de tres e incluso taponaba los lanzamientos visitantes como si del mejor pívot se tratase. La figura de Llull crecía al mismo ritmo que menguaba la intensidad visitante y sus compañeros lo agradecían con una defensa asfixiante. Vistalegre empezaba a rugir. El público congregado al evento era consciente de la importancia de su aliento y Felipe Reyes igualaba el choque (88-88) en una jugada en la que dejaba buena muestra de sus principales virtudes: tesón, sacrificio y una entrega desmedida. Bullock no quería ser menos y desde la línea de 6.25 puso por delante a los suyos (93-90). Pero dos controvertidas decisiones de los colegiados -sendas faltas en ataque a Mumbrú y Felipe- unidas al acierto de Miso pusieron de nuevo la incertidumbre (95-96) al marcador. Medio minuto para la gloria, el resultado en contra y el balón en poder de los locales. El aro se interpuso en la pizarra diseñada por Plaza en el tiempo muerto y los blancos se vieron obligados a forzar una personal que Ellis se encargó de hacer efectiva (95-98). De Miguel no dejó tiempo a que Llull se levantase de tres en la jugada posterior y su consiguiente personal sólo pudo ser aprovechada por el base en su segundo intento (96-98). Fue precisamente en ese segundo tiro libre del base nacido en Menorca cuando el propio De Miguel hizo falta a Reyes en la lucha por el rebote. El capitán podía igualar el choque, pero sólo acertó en su segunda oportunidad (97-98). El encuentro ganaba en emoción y Ellis se encaminaba de nuevo a la línea de personal, aunque en esta ocasión, no pudo acertar en su primer intento (97-99). Bullock se encargó de llevar el partido a la prórroga (99-99) desde la línea de personal y Vistalegre se preparaba para vivir un encuentro de mucha tensión. El acierto de Bullock no fue suficiente en la prórrogaLa emoción siguió muy presente en el tiempo suplementario. Pero cuando los nervios afloran y la tensión impera en la cancha, un nombre sale a relucir por encima de todos: Louis Bullock. El americano anotó dos triples en menos de un minuto siendo el principal referente atacante de un Real Madrid que, finalmente, cayó presa del entusiasmo visitante por estrenar su casillero de victorias.
FICHA TÉCNICA
109 - Real Madrid (21+28+24+26+10): Sánchez (3), Bullock (28), Mumbrú (11), Massey (8), Reyes (22) -cinco inicial-, Hosley (8), Hervelle (9), Hamilton (2), López (3) y Llull (15).
116 - Cajasol (19+28+27+25+17): Pecile (23), Ellis (15), Carter (14), Ignerski (8), De Miguel (-) -cinco inicial-, Triguero (-), Rivero (13), Savanovic (19), Ilic (9) y Miso (15).
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