ESPAÑA GANA A CHINA (75-85) EN LA PRÓRROGA SUFRIENDO MUCHÍSIMO
El día que nos temblaron las piernas, ¡CARDIACO!
El día que nos temblaron las piernas, ¡CARDIACO!
Pau Gasol surgió como los grandes, cuando se le necesita, y Ricky nos destrozó una vez más los ojos, cansados ya de abrirse tanto con cada sorprendente exhibición de este niño sin límites. Le ganamos a China sufriendo, aprendiendo a jugar con las piernas temblorosas, en una lección que, quizá, le sirva al equipo de Aíto para no dejar que el nivel de relajación pase de cero jamás.
España estuvo mal y encontró un sentimiento que su superioridad apenas le ha dejado vivir en los últimos tres años: la ansiedad. Cuando China demostraba haber preparado el partido al dedillo, minimizando las opciones de los pivots españoles, el equipo buscó alternativas, todas malas. Mucho intento individual, muchos malos pases, mucha precipitación. Por ello, en el tercer cuarto los de Aíto se encontraron en territorio comanche: 15 abajo (52-37, minuto 22) en medio de una exhibición china. Luego viró su rumbo, tirando de Pau y de su carácter, pero el partido es un aviso claro de que ni somos invencibles ni el resto es manco.
La inteligencia de Liu Wei
El base chino, ya curtido en los grandes torneos, se exhibió por momentos. Llevó el ritmo del partido, alimentó a Yao al poste cuando lo necesitó su equipo y llevó el tempo. Fue curiosamente sin el pívot de los Rockets cuando empezó a marcar diferencias China.
España encontró un sentimiento que su superioridad apenas le ha dejado vivir en los últimos tres años: la ansiedad
Yi y Wang Zhizhi (¿qué habría sido de este tipo si no fuera tan indolente?) descolocaban a los 'centers' españoles con su movilidad, y finalizando la primera parte todas las alarmas estaban encendidas. Porque si Aíto ponía la célebre zona 1-3-1, triple de Zhu. Porque si presionaba, los chinos salían como Pedro por su casa. Por todo ello, quedaba tirar de galones, de clase y de heroica. Ah, y de un chaval de 17 años.
Rudy, Pau... y don Ricard Rubio
Con el espíritu de sálvese quien pueda tatuado en en ADN competitivo del equipo, Aíto volvió a demostrar que Ricky Rubio es su hombre por delante de Calderón, posiblemente uno de los cinco mejores bases del mundo. Con el muchacho de El Masnou al mando, España empezó a atosigar a China, mientras que Gasol ponía las pilas al 100% de su capacidad y, por primera vez entre los amistosos y los Juegos, actuaba a tope de intensidad.
Aíto volvió a demostrar que Ricky Rubio es su hombre por delante de Calderón -->
La ventaja fue cayendo poco a poco y Rudy, otro de esos que tienen la palabra 'especial' escrita en la frente, volvía a aparecer tras no hacerlo demasiado desde que metiese 10 puntos al principio del partido. Y, desde entonces, en medio de los nervios, de perder más balones de los precisos y de constatar algunas dudas razonables (Navarro es sólo un revulsivo en este equipo; Garbajosa cumple atrás en las ayudas, pero en ataque no está y en el uno contra uno en defensa se ve superado por sus rivales), nos fuimos a la prórroga, no sin antes ver, de nuevo, como Ricky Rubio tiene más cara que espalda (¡bendita jeta la suya!) y se tiraba el último lanzamiento del tiempo reglamentario. Prórroga, pero todo muy cuesta abajo para los nuestros.
La prórroga de Pau
Pau Gasol estuvo impresionante al final del partido. No se puede añadir mucho más a su actuación excepto que es un jugador superlativo, pasional y con una clase que no le cabe en los 214 centímetros que mide.
Yao lo sufrió, y con una de esas jugadas de cara al aro que lo han hecho célebre, el catalán sacó la quinta falta al pívot chino y decidió el partido. Sus 29 puntos hablan de lo que hizo. Los 21 de Rudy, también. Pero el solitario puntito de Ricky Rubio no muestra nada de lo que, una vez más, nos demostró.
FUENTE:marca.com
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