GANA A ANGOLA CON EXTREMA CONTUNDENCIA (50-98) SUPERANDO UN INICIO PREOCUPANTE
España hace terapia
Cuarenta y ocho puntos de ventaja. Victoria histórica de España. Síntomas evidentes de que algo bueno late en este equipo, carne para titulares optimistas. Los números dan la razón a la selección, pero ¿por qué nos queda un regusto algo triste de esta solvente victoria? Porque los primeros 14 minutos del partido, un trecho largo para cualquiera, España perdió sus señas de identidad. Se acabó la solidaridad, ésa que hace que todos echen una mano al de al lado para que las cosas funcionen. No apareció el orgullo, la garra ni la competitividad. Luego sí, y España ganó tan sobrada como indica el marcador. Pero el pálpito que da el equipo no es de 48 puntos de ventaja. Ojalá nos equivoquemos. VER VIDEO
Fueron 14 minutos de pesadilla. España, ausente, se dejaba dominar. Perdía balones (en el primer cuarto cedió muchos más que todo el resto del partido), ofrecía todo tipo de facilidades a Angola y se dejaba ir, o eso parecía. Hasta llegar al 25-15 que permanecía en el marcador en el minuto 14, nada hacía indicar que estábamos ante nuestra selección. Pero todo lo que vino después fue positivo, quizá la terapia que necesita este equipo para hacerse con una medalla que tiene en las manos y las piernas seguro, pero que no se sabe si la tiene en la cabeza y el corazón.
Arrasando a Angola
España logró pasar por encima de Angola con una receta sabida. Defender a muerte (excelentes Berni, Jiménez -más importante en este equipo de lo que cabía prever tras los amistosos- y Garbajosa en este aspecto) y correr. Pau Gasol, el hombre que va más sobrado de todos los no norteamericanos de estos Juegos, mató hasta sumar 31 puntos, una muestra de que él sí está.
España tiene la medalla en las manos y las piernas, pero no se sabe si la tiene en la cabeza y el corazón
Las señales más preocupantes llegan de Navarro. Metió 12 puntos, pero con 5/16 en tiros de campo. Necesitamos a Juan Carlos al 100% o cerca, porque su experiencia será vital en los cruces. También a Garbajosa, al que ya sólo le falta acertar en el tiro para estar a ese 80% que le pedía Aíto. En defensa sigue siendo el más listo del lugar, un maestro de la colocación, pero tiene que meter triples: es el único pívot de España que tira con solvencia de fuera y los huecos que le hace a Pau en la zona valen una medalla.
Preocupan Navarro y Calderón, y Garbajosa se acerca a su nivel... aunque debe meter triples -->
Otro que preocupa es Calderón. Aíto le ha sacado del rol de confrianza absoluta que tenía con Pepu (y que le hizo el MVP real del Europeo de España el año pasado) y el extremeño parece perdido. Él es la diferencia con todas las selecciones europeas, pues en sus piernas está la primera línea de esa defensa española que es más vanguardia que retaguardia.
Del partido se puede contar poco más que lo que dice el marcador. La victoria fue rotunda, una buena forma de rearmarse de moral, físico y ganas. Pero será en el cruce contra Croacia cuando este equipo deberá mostrar que es el que era.
España hace terapia
Cuarenta y ocho puntos de ventaja. Victoria histórica de España. Síntomas evidentes de que algo bueno late en este equipo, carne para titulares optimistas. Los números dan la razón a la selección, pero ¿por qué nos queda un regusto algo triste de esta solvente victoria? Porque los primeros 14 minutos del partido, un trecho largo para cualquiera, España perdió sus señas de identidad. Se acabó la solidaridad, ésa que hace que todos echen una mano al de al lado para que las cosas funcionen. No apareció el orgullo, la garra ni la competitividad. Luego sí, y España ganó tan sobrada como indica el marcador. Pero el pálpito que da el equipo no es de 48 puntos de ventaja. Ojalá nos equivoquemos. VER VIDEO
Fueron 14 minutos de pesadilla. España, ausente, se dejaba dominar. Perdía balones (en el primer cuarto cedió muchos más que todo el resto del partido), ofrecía todo tipo de facilidades a Angola y se dejaba ir, o eso parecía. Hasta llegar al 25-15 que permanecía en el marcador en el minuto 14, nada hacía indicar que estábamos ante nuestra selección. Pero todo lo que vino después fue positivo, quizá la terapia que necesita este equipo para hacerse con una medalla que tiene en las manos y las piernas seguro, pero que no se sabe si la tiene en la cabeza y el corazón.
Arrasando a Angola
España logró pasar por encima de Angola con una receta sabida. Defender a muerte (excelentes Berni, Jiménez -más importante en este equipo de lo que cabía prever tras los amistosos- y Garbajosa en este aspecto) y correr. Pau Gasol, el hombre que va más sobrado de todos los no norteamericanos de estos Juegos, mató hasta sumar 31 puntos, una muestra de que él sí está.
España tiene la medalla en las manos y las piernas, pero no se sabe si la tiene en la cabeza y el corazón
Las señales más preocupantes llegan de Navarro. Metió 12 puntos, pero con 5/16 en tiros de campo. Necesitamos a Juan Carlos al 100% o cerca, porque su experiencia será vital en los cruces. También a Garbajosa, al que ya sólo le falta acertar en el tiro para estar a ese 80% que le pedía Aíto. En defensa sigue siendo el más listo del lugar, un maestro de la colocación, pero tiene que meter triples: es el único pívot de España que tira con solvencia de fuera y los huecos que le hace a Pau en la zona valen una medalla.
Preocupan Navarro y Calderón, y Garbajosa se acerca a su nivel... aunque debe meter triples -->
Otro que preocupa es Calderón. Aíto le ha sacado del rol de confrianza absoluta que tenía con Pepu (y que le hizo el MVP real del Europeo de España el año pasado) y el extremeño parece perdido. Él es la diferencia con todas las selecciones europeas, pues en sus piernas está la primera línea de esa defensa española que es más vanguardia que retaguardia.
Del partido se puede contar poco más que lo que dice el marcador. La victoria fue rotunda, una buena forma de rearmarse de moral, físico y ganas. Pero será en el cruce contra Croacia cuando este equipo deberá mostrar que es el que era.
Fuente: marca.com
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